viernes, 7 de diciembre de 2018

Cuentos sobre el Medio Ambiente

Bajo el sol abrasador, los árboles y las colinas se volvían amarillos. En el telediario habían dicho: “El calor excesivo que sufre estos días Ciudad Merlín despierta inquietud entre los científicos, que consideran que la ola de calor puede deberse al cambio climático. Los servicios de socorro han pedido que se extremen las precauciones. Con esta gran sequedad, es muy peligroso hacer fuego en el bosque...”.
Tomás disfrutaba del campo. ¡Qué bonito! y ¡cuánta paz! De repente, una sirena rompió el silencio. ¡Niii nooo! ¡Niii nooo! Un camión de bomberos pasó a toda prisa: ¡zum! Y otro: ¡zum! Y otro más. ¡Oh, no! ¡Mira! Una espesa columna de fuego se alzaba en el horizonte. Parecía que el bosque a las afueras de Ciudad Merlín estaba ardiendo. ¡Qué desastre! Una ola de preocupación se apoderó de Tomás.
Pensó en su amiga Lila, la zorra. Suplicó con toda su alma que las llamas no la hubieran atrapado. Corrió hacia el incendio. Los bomberos parecían guerreros cubiertos por sus armaduras que luchaban contra un monstruo rojo. Con sus mangueras lanzaban toneladas de agua a las llamas y un espeso humo negro se extendía por todas partes.Tomás lo estaba respirando y le hacía toser, casi no podía respirar, así que se cubrió la boca con la camiseta...

                                                                Nada de Nada
El cuento empieza con una doble página en blanco y unos poquitos árboles en medio, pues al principio no había nada. Pero poco a poco esa página va llenándose de vida, crecen más árboles, aparecen animales salvajes y hasta un río y un estanque. Pero de repente llega el señor C y le parece que ahí no hay nada de nada. Así que empieza a edificar una casa aquí y otra ahí. No satisfecho va construyendo una ciudad cada vez más y más grande, por supuesto a costa de cortar árboles para hace espacio. Lo que antes era verde ahora se convierte en una maraña de metal, cemento y vidrio.

La constitución del Medio Ambiente

  • Todos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo.
  • Los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la indispensable solidaridad colectiva.
  • Para quienes violen lo dispuesto en el apartado anterior, en los términos que la ley fije se establecerán sanciones penales o, en su caso, administrativas, así como la obligación de reparar el daño causado.
  • Un deber de protección: Es deber del Estado velar para que este derecho no sea afectado y tutelar la preservación de la naturaleza.
  • Un derecho fundamental: El derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación.
  •  Una cláusula de restricción de derechos: La ley podrá establecer restricciones específicas al ejercicio de determinados derechos o libertades para proteger el medio ambiente.